Este es un espacio para todos los que reconocen la importancia que tiene la lengua española hoy en día y desean aprimorarse. Aquí el estudiante podrá aprender y practicar siempre... Independiente del nivel de estudio que esté.
¿Quieres aprender español de manera interesante y divertida? Entonces, sólo lo que debes hacer es agregarse a nosotros.
Hablemos español, ¿vale?
¡Bienvenido!
(Este blog es mantenido por profesores y estudiantes de español lengua extranjera - ELE
)

sábado, 31 de dezembro de 2011

VIDENTE DEL CAMINO - WAYSEER MANIFESTO (SUBTITULOS ESPAÑOL)


"Tudo o que o sistema disse que está errado contigo é, na verdade, o que está certo contigo.
(...) No teu coração sabes que existe uma ordem natural, algo mais soberano que qualquer regra ou lei feita pelo homem pôde alguma vez expressar. Esta ordem natural é denominada 'O Caminho'. O Caminho é o substrato eterno do cosmos. Orienta a própria corrente do tempo e espaço. O Caminho é conhecido por alguns como a Vontade de Deus... Providência Divina... O Espírito Santo..."




We are all the same, you know?
'Cause we're afected by the way.
We are all the same, you know?
'Caure we're attracted to the flame.

sexta-feira, 30 de dezembro de 2011

Reflexión sobre la Nochevieja

¡Dentro de nada… Nochevieja, ¿eh? ¡Qué estrés!
Yo en nochevieja me siento… me siento… no sé, me siento como un toro, ¿no? Cuando llega la fiesta miro alrededor y me da la sensación de que todo el mundo se lo está pasando bien, menos yo.
El estrés comienza con la cena. Aquello parece una prueba del Gran Prix:
Tienes que llevar calzoncillos rojos, tener algo de oro para meterlo en la copa,preparar las doce uvas…
nochevieja Reflexión sobre la Nochevieja

Y contarlas varias veces, porque, como son todas iguales, te equivocas:
- Una, dos, tres, cuatro… una, dos, tres, cuatro, cinco, seis… Esta pocha ya la he contado… Una, dos… siete, ocho… ¡Joder, las doce menos veinte! ¡Chavalín, trae el Rotring, que las voy a numerar, como en el Bingo!
Y tu madre:
- ¿Queréis venir, que se enfrían las gambas?
Que esa es otra: te tienes que comer todo lo que está en la mesa… Y antes de las doce!; que, con las prisas, más que pelar gambas, parece que estás desactivando una bomba.
- ¡Coño, las doce menos diez! ¡Mamá, no me da tiempo: hazme un sándwich con el cochinillo, que ya está terminando Cruz y Raya!
Y no eres el único que está agobiado, ¿eh? No hay más que ver la tele.
Allí están Ana Obregón y Ramón García, explicando a toda España como funciona un reloj.
Acojonados por si se equivocan:
- Cuando la aguja pequeña esté en las doce y la grande también.. serán las doce.
¡Coño, como todas las noches!
- Y entonces bajará la bola y… luego vienen los cuartos, ¡no vayan a empezar a comerse las uvas, ¿eh?
Vamos a ver: ¿por qué nos explican mil veces que nos comamos las uvas en los cuartos y nadie nos explica por qué coño tiene que bajar una bola? ¿Qué clase de reloj es ése?
Cuando por fin llegan las doce, en toda España se oye lo mismo: Cla, cla, cla, cla… <> > es la bola>>: cla, cla, cla… Din-don…
- ¡Ah no, que son los cuartos!
Din-don…
- ¡Escupid que son los cuartos!
Din-don…
- Pfbbbbbbbb… ¿qué son qué?
Din-don…
- Los cuartos…
Ton…
- ¡Ahora, ahora!
Ton..
- ¡Una!
- ¡Que no, que vamos por la segunda!
Ton…
- Pues me meto dos…
Ton…
- Seis…
- ¿Cómo que seis?
Ton…
- A mí ya no me caben más, ¿eh?
Ton..
-¡Eh!, ¡deja mis uvas, cabrón!
Ton…
- ¡Es que se me ha caído una al suelo!
Ton…
- Bgrfds…
Ton…
- Bggggdffffff…
Ton…
- A mí ya no me quedan…
Ton…
- Bgggggdffffff….
- ¡Pues a mí me sobran cuatro!
Ton…
- Bgggggdffffff….
Y cuando acaban, toda la familia con la boca llena de babas, a darse besos:
- Feliz año, eeeeeeeeeh, felicidades, grfdddfd…
Y suena el teléfono: ¡riiiiiiiiiing!
- ¡Pero coño! ¿Ya están llamando? ¿No se pueden esperar?
- Pues a mí todavía me sobran dos…
- ¡Champán, que alguien abra el Champán!
Pero, bueno, ¿a vosotros os parece lógico empezar el año así?
¡Qué estrés, de verdad!
Pero como es Nochevieja… tienes la obligación de divertirte. Así que después te vas a un fiestorro a un sitio en el que, si caben mil personas, el dueño ha decidido meter a cinco mil doscientas. ¡Muy bien! ¡Cuatro mil doscientas más de las que caben!
¡Quédate en la calle si te apetece, con la pelona que está cayendo!
Así que entras. Lo bueno que tiene ir a un sitio así es que te puede pasar cualquier cosa.
A mí el año pasado me ocurrió de todo. Yo estaba tan tranquilo,tomándome mi cubatita de garrafón, cuando de repente un tío me cogió por detrás y me dijo:
- ¡¡¡¡COOOOOOOOONGAAAAA!!!!!
Y, claro, que vas a hacer, pues te pones a bailar… ¡Eso te lo hace un tío en el autobús y le partes la cara! ¡Pero como es Nochevieja… ! ¡Pues hala! Y de repente te das la vuelta y llevas cien personas enganchadas a tu culo. ¡A ver como escapas de ésta!
Porque una conga es como una secta: entrar es muy fácil pero salir es muy jodido. Porque en el garito hay como doce congas girando a toda pastilla…
Bueno, pues iba yo conduciendo mi conga… por mi derecha, cuando, de pronto, me veo venir en dirección contraria una conga suicida acojonante conducida por un gordo con casco de vikingo. Yo le iba a hacer ráfagas, pero como las congas no llevan ni luces ni nada… pues, para evitar la colisión, di un giro brusco a la derecha… ¡Y me tragué entera una columna de espejitos! ¡Siniestro total!
Doce heridos leves y una columna de espejitos destrozada. Y yo, con una ceja abierta tirado en el suelo pensaba: cagao!
Y en ésas, me desmayé.
Al despertar estaba en la sala de urgencias, rodeado por todos los de mi conga. Algunos todavía no se habían desenganchado; habían venido corriendo detrás de la ambulancia.
Bueno, las urgencias en Nochevieja, hay que vivirlas. Si en la sala caben cincuenta personas, el dueño ha metido a ciento cincuenta… Como el de la discoteca. Y como allí también es Nochevieja, el camillero lleva un gorrito de moro, la
enfermera un collar de hawaiana y el que te cose la ceja unos dientes de Drácula, ¡que te da una confianza… ! El tío te dice:
- ¿Qué ha sido? ¿Con una moto?
- No, con una conga.
- ¡Ay!, si es que van como locos con las congas…
Cuando salí de allí me quería ir a mi casa, pero como era Nochevieja, acabé a las ocho de la mañana con la ceja grapada en un bareto…
- Oiga, póngame un chocolate con churros.
- Pues sólo nos queda Nesquick y algunos dónuses… Es que los últimos churros se los han tomado los de una conga, ¡traían un cachondeo…! Había un gordo que llevaba un casco de vikingo… ¡No le digo más! Y es lo que yo le digo a los clientes: si no disfrutas en Nochevieja, ¿Cuándo vas a disfrutar?

¡¡¡¡¡ FELIZ 2012 !!!!!

Yo No Olvido al Año Viejo (Canta Celia Cruz)


Diciembre siempre ha sido, es y será (desde que tengo memoria) el tiempo propicio para comer como un marrano, para no hacer absolutamente nada, es el tiempo donde el emborrachecerse (ojo al término!!) hasta más no poder no es mal visto y en algunos casos es hasta celebrado.



"Yo no olvido al Año Viejo" es un clasico de uno de los grandes maestros colombianos, Don Crescencio Salcedo. Nacido en el municipio de Palomino en el Departamento de Bolivar en la Costa Atlantica colombiana , en 1913, zona que ha sido la cuna de los grandes compositores que han deleitado a toda Latinoamerica con sus composiciones, que luego son grabadas, por varios artistas desde el Rio Bravo en Méxjico, hasta la Patagonia en Argentina, con cumbias, porros , vallenatos y salsa.
La canción de Don Crescencio es un clásico de las fiestas de fin de año en Latinoamérica y el Caribe (Venezuela, Colombia, Panama, Salvador, Puerto Rico, Cuba, Miami, etc...).

Feliz Año 2012!!!

quinta-feira, 29 de dezembro de 2011

Cómo se celebra el Año Nuevo alrededor del mundo

  1. Nueva York.
    La Nochevieja neoyorquina es una de las más famosas del mundo. Cerca de un millón de personas se congregan en Times Square para ver cómo baja la famosa bola de cristal para marcar la entrada en el nuevo año. El visitante que acuda a esta mítica plaza neoyorquina podrá disfrutar de actuaciones musicales, fuegos artificiales, espectáculos de globos, confeti, etc. Merece la pena señalar cómo se hace este confeti; A lo largo del mes de diciembre, cientos de miles de personas escriben sus deseos para el nuevo año en pequeños papelitos que luego cuelgan en un gigantesco mural. Serán estos papelitos los que luego se lanzarán desde lo alto de Times Square a modo de confeti. Otra tradición bastante sonada es la de besar a una persona del sexo opuesto para celebrar el nuevo año. Parte de la gracia de esta tradición reside en el hecho de que esta persona no tiene por qué ser tu pareja.
  2. Sidney.
    Acudir a Sidney para celebrar la Nochevieja es, cuanto menos, original, ya que en Australia es verano en enero y los australianos acostumbran a ir a la playa a celebrar la entrada del nuevo año.
    Nada más cambiar de año, los habitantes de Sidney lo celebran haciendo el mayor ruido posible: suenan las bocinas de los coches, las campanas de las iglesias, silbatos de todo tipo, etc. El espectáculo de luces y fuegos artificiales que se forma sobre la ciudad australiana no tiene desperdicio, sobre todo si se puede contemplar con el Sidney Opera House como telón de fondo.
  3. Hong Kong.
    Destino exótico donde los haya, Hong Kong, al igual que ocurre en el resto de China, no celebra el Año Nuevo al mismo tiempo que los occidentales. Esto se debe a que esta festividad se rige por el ciclo lunar, lo que provoca que el nuevo año chino comience entre el 21 de enero y el 20 de febrero.
    Los festejos de año nuevo pueden llegar a durar dos semanas. La gente llena las calles, en las que se celebran todo tipo de coloridos desfiles. Paralelamente se puede asistir a un sin fin de espectáculos pirotécnicos. El objetivo de éstos es ahuyentar a los malos espíritus y atraer así la buena suerte al nuevo año.
  4. Londres.
    Siempre es una buena idea acudir a Londres para celebrar la Nochevieja. Los habitantes de la capital inglesa se congregan en los lugares más emblemáticos de la ciudad (Trafalgar Square, Piccadilly Circus, el Big Ben, etc;) y juntando sus brazos entonan la mítica y milenaria canción ‘Auld Lang Syne’.
    Pero una Nochevieja en Londres no sería completa si no se divisa el espectáculo de fuegos artificiales que tiene lugar sobre el río Támesis. Lo organiza el ayuntamiento londinense y dura más de 10 minutos. La noche es joven en la capital inglesa, por lo que no es difícil encontrar un bar, un ‘pub’ o una discoteca en donde celebrar la entrada del nuevo año hasta altas horas de la madrugada.
  5.   El Cairo.
    Esta ciudad egipcia cada vez recibe un mayor número de turistas que acuden a ella a despedir el año que se va y a dar la bienvenida al que llega. Es costumbre celebrar la Nochevieja en restaurantes, hoteles o discotecas, entre las que destacan el ‘Club de Jazz Cairo’, el ‘Club Morocco’ o el ‘Latex’. Muy sonadas son las fiestas que se celebran en el hotel Hilton ‘The Nile’ o en el ‘Nile’ Marrito.
    La población autóctona acostumbra a celebrar la entrada del nuevo año cenando junto a la familia. Para celebrar la ocasión, las mujeres visten coloridas ropas y los niños y niñas comen bombones de chocolate.
  6. Tokyo.
    Para los japoneses, la celebración del Año Nuevo es una de las fiestas más importantes del año, por lo que la diversión está asegurada. La fiesta dura varios días y se pasa en familia.
    Los japoneses tienen una concepción muy individualizada de los años, por lo que Año Nuevo es considerado como una oportunidad para empezar de cero en todos los sentidos. Por esta razón celebran fiestas llamadas ‘bonenkai’ en las que se busca dejar atrás todos los problemas y preocupaciones, olvidando los malos ratos del pasado y mirando al futuro con optimismo.
    El amanecer del día 1 se contempla con especial respeto al considerarse como un símbolo del nuevo año que llega. El resto del día se vive tranquilamente y sin preocupaciones.
  7. Río de Janeiro.
    Las celebraciones que se llevan a cabo en Río de Janeiro para festejar el año nuevo son especialmente sonadas, sobre todo si se tiene en cuenta que en Brasil es verano el 31 de diciembre.
    La gente acude en masa a las playas para celebrar la fiesta del Lemanjá, la diosa del agua en el folclore brasileño, a la cual adoran lanzando al mar millones y millones de pequeñas velas flotantes. Contemplar el espectáculo que ofrecen estas velas flotando en las playas de Copacabana e Ipanema no tiene precio, por no hablar del espectáculo de fuegos artificiales que se desencadena sobre la ciudad brasileña.
  8. Roma.
    La tradición dice que no se puede empezar el año con buen pie si no es comiendo lentejas. Por esta razón, no te extrañe ir a Roma a pasar fin de año y encontrarte con que lo único que hay para cenar es un plato de lentejas. Otra tradición típicamente italiana es la de regalar a las mujeres lencería íntima de color rojo, ya que ello supuestamente atraerá la buena suerte en el nuevo año que llega.
    Obligada resulta la visita a la Plaza del Popolo, en la que se congregan miles y miles de personas durante la noche del 31 de diciembre para celebrar el año nuevo contemplando conciertos de música clásica, de rock, música de baile, etc. La misma plaza alberga al día siguiente actuaciones de juglares y acróbatas que sin duda alguna harán las delicias de los más pequeños.
  9. París.
    Viajar a "la ciudad del amor" para celebrar el año nuevo siempre es una buena idea.
    Fieles a su larga tradición vinícola, los franceses despiden el año brindando con copas de ‘champagne’ y bebiendo vino blanco y vino caliente. Un lugar al que no se puede faltar si se acude a París en Nochevieja es a la Avenida de los Campos Elíseos, en donde se congregan miles y miles de parisinos para contemplar el espectáculo de fuegos artificiales que se despliega sobre la ciudad. La celebración discurre hasta altas horas de la madrugada al ritmo que marcan los petardos y los ‘papillottes’, unos pequeños bombones de los que se desprende una pequeña explosión al quitarles el envoltorio.
  10. Madrid.
    La capital española despide el año comiendo uvas al son de las campanadas de la céntrica Plaza del Sol. Son doce uvas las que se toman, una por cada campanada. Hay mucha gente que considera que entrar en el nuevo año vistiendo una prenda íntima de color rojo da buena suerte. Otros tantos brindan con una copa de cava con un anillo dentro. Sea como sea, lo cierto es que Madrid no para en toda la noche, y cualquiera puede encontrar un bar o discoteca en el que celebrar la entrada del año nuevo a su gusto. Cuando se hace de día, es tradición desayunar chocolate con churros.

quarta-feira, 28 de dezembro de 2011

Un siglo tradición de las uvas en Año Nuevo

Se dice que fue en 1909 cuando viticultores españoles decidieron repartir el excedente y alentar el consumo del producto comiendo uvas para recibir el nuevo año.

EFE
El Universal

Redacción Internacional Domingo 28 de diciembre de 2008
09:03 La costumbre española, adoptada en numerosos países de Latinoamérica, de tomar las uvas al ritmo de las 12 campanadas de la Nochevieja, para contribuir a la prosperidad y felicidad del Año Nuevo, va a cumplir un siglo. Para ver hechos realidad los deseos, el ritual manda que se despida el año tomando las "doce uvas de la suerte", una por cada mes, al compás de cada una de las doce campanadas de reloj que marcan la medianoche del 31 de diciembre.
La creencia popular sitúa el origen de esta tradición en 1909, cuando la extraordinaria cosecha de uvas de esa temporada llevó a los viticultores españoles a repartir el excedente y alentar el consumo para atraer la buena suerte.
Sin embargo, como suele pasar con las tradiciones, hay argumentos discrepantes. En esos años, a principios de siglo, había hambre y por tanto hablar de excedente es arriesgado, teniendo en cuenta además que las cosechas de uva por entonces eran pequeñas.
Pero, sobre todo, "con los medios que había en la época, llegar a finales de año con uva fresca era muy difícil, e imposible que se llegase a tener abundancia o excedente", dijo a Efe Luis González, director del Consejo Regulador de la Denominación de origen Uva de Mesa embolsada de Viñalopó.
Viñalopó es una comarca de la provincia de Alicante y "es la zona que se recuerda de mas antigüedad de viñedos de uva de mesa, que no de vino", explicó González para quien no hay datos que confirmen ni el lugar, ni la fecha y año del inicio del ritual.
Desde luego en el impulso al consumo masivo de uva en esta época tuvieron mucho que ver los cosecheros que fueron capaces de promocionar hábilmente sus productos, mucho antes de que se desarrollaran las técnicas de "marketing".
En esa comarca del levante español, los mayores sí recuerdan que alguien les contó que algún lugareño guardó, como singular y exquisito postre para la cena de Nochevieja, granos de uva suficientes como para que cada comensal los tomara cuando el reloj diera la medianoche.
¿Esa cena pudo ser en el año 1909?. "No hay constancia, pero a partir de ahí, pudo funcionar el `boca a boca` y se puede hablar de la generalización de la costumbre a partir de los años veinte, más aún hacia los años cuarenta, que coinciden con la puesta en marcha de la técnica de embolsado de racimos, que permite retrasar un mes el proceso de maduración de la uva", señaló el directivo.
Lo que es indiscutible es el progresivo protagonismo navideño de estas bayas comestibles fruto de la vid, ricas en antioxidantes, fósforo, potasio, hierro y vitaminas, de las que se consumen en España, en la última semana del año, entre un millón y medio y dos millones de kilogramos
El centenario postre de la cena de San Silvestre se fue incorporando de forma imparable a los festejos populares y espontáneos para despedir un año y recibir al siguiente en las plazas de los pueblos, donde se concentraban los vecinos para escuchar juntos las doce campanadas del reloj mas emblemático del lugar.
Madrid no fue una excepción y cuentan las crónicas que la Nochevieja de 1930 el mismísimo Alfonso XIII, abuelo del rey Juan Carlos I, se mezcló con los madrileños la noche de San Silvestre y recibió al nuevo año en la Puerta del Sol, en pleno centro de la capital de España.
Una treintena de años después, y perfectamente arraigada la popular fiesta que se montaba bajo el reloj de la Puerta del Sol, llegó la bendición definitiva de la unión de hecho entre campanadas y uvas: el 31 de diciembre de 1962 Televisión Española comenzó a transmitir "las 12 campanadas".
Desde ese reloj, el paso de un año a otro dura en la actualidad 36 segundos y sesenta centésimas, tiempo para tomarse una a una las doce uvas, que en 1997 se les atragantaron a muchos españoles debido al ritmo frenético de las campanadas, que sonaron en sólo 17 segundos.
Los emigrantes van con sus costumbres de un lugar a otro y los 260.000 españoles que viven en Argentina, la mayor colonia española en el exterior, tomarán las uvas esa noche. Los granos de esa fruta se asomarán también a las nocheviejas de Latinoamérica.
Allí, las uvas se tienen que hacer hueco entre ritos como tomar lentejas para conseguir abundancia, meter billetes en los zapatos para lograr fortuna, pasear con maletas para viajar en el próximo año, cascar huevos en un vaso con agua e interpretar al día siguiente su forma, quemar muñecos o usar lencería de color rojo o amarillo.
Los enigmas que existen en torno al origen de "las 12 uvas" afianzan aún más la leyenda y, como se dice popularmente para augurar una larga espera, "nos van a dar las uvas" intentando aclarar quiénes y cómo hicieron de la uva un postre estrella, sin necesidad de aderezo o adorno alguno. 

Ritos y supersticiones acompañan celebraciones de Año Nuevo en todo el mundo


Cada pueblo, cada religión tiene sus ritos para alejar la mala suerte y atraer la fortuna
 
El paso a un año nuevo es el momento en que florecen en todas las culturas las supersticiones y los ritos para atraer la suerte y conjurar la fatalidad. "Es el mito del eterno retorno, de la esperanza en un nuevo comienzo, la gente piensa que mañana todo será posible, cuando lo único que ocurre en la medianoche del 31 de diciembre es el paso de un minuto en el reloj", comenta Chester Gillis, profesor del Departamento de Teología de la Universidad de Georgetown.
De forma menos prosaica, la francesa Sophie Lounguine escribe en un libro dedicado a tradiciones y costumbres de fin de año que "cada país, cada pueblo, cada religión tiene sus ritos para alejar la mala suerte y atraer la fortuna... unos ritos tras los cuales se esconde un único deseo: que el año nuevo sea mejor que el anterior". Esos ritos van desde llevar prendas de distintos colores para atraer diversas bonanzas, comer determinados platos, o colocar en los lugares más diversos símbolos de la fortuna. Pero en todo el globo, sigue diciendo Lounguine, hay un ritual común: se limpia con esmero, y a veces con sustancias particulares (incienso, limón, bambú) la casa y el cuerpo, se lleva ropa nueva y se intercambian buenos deseos.
Otra parte de los ritos gira en torno al deseo de dejar atrás los malos momentos del año acabado y romper con las malas costumbres. Así en las oficinas de Brasil o Argentina se tiran por la ventana los papeles viejos, y en Italia se hace lo mismo en las casas con enseres y hasta con muebles.
En algunas páginas de "magia blanca" de Internet se aconseja escribir las cosas malas que han pasado en el año acabado en un papel y luego quemarlo para que no se repitan. Y es que el Año Nuevo no es sólo un momento en que florece la esperanza, sino también, "los miedos concretos o difusos a lo que puede ocurrir", según una prédica para el Nuevo Milenio de la Iglesia protestante de la Resurrección de Bayreuth (Alemania).
Aún lamentando las supersticiones, el sermón recalca que "no se puede ridiculizar este fenómeno... que refleja un miedo real de la gente", un temor comprensible "si se ven los resúmenes de fin de año de los medios de comunicación".
Mientras en Navidad los pueblos de cultura cristiana suelen recurrir a la religión tradicional para responder a estos miedos, en el momento de Año Nuevo florecen las supersticiones ancestrales en auge gracias al movimiento neoespiritual conocido como New Age. Estos movimientos "parecen menos convencionales, más provocativos" y por tanto son más atractivos en la época actual que las religiones tradicionales, dice el profesor Gillis.
Pero la oferta de muchos de los 'magos' que hacen su agosto en diciembre mezcla la religión cristiana con las supersticiones, y lo mismo ocurría hasta hace pocos años en las celebraciones de Navidad en las que revivían costumbres bárbaras o romanas.
Así en una de las tiendas esotéricas virtuales de México se puede adquirir a la vez "el kit de la novena de la virgen" y el de los sortilegios para suscitar un amor apasionado. Igualmente, muchos de los ritos supersticiosos de Año Nuevo se practicaban en la Inglaterra victoriana en el momento de la Navidad, en el que se consideraba que con Cristo llegaba la renovación.
El Árbol de Navidad, por ejemplo, era señal de vida larga, por estar siempre verde, y las velas que se colocaban en las ventanas tenían que ver con la intención de alejar a los malos espíritus. La época que va desde la Navidad a la Epifanía era además un momento propicio para adivinar el futuro en el hemisferio norte, porque con la oscuridad y las sombras se creía que la frontera con el más allá era más tenue.
En la Europa anterior a la época moderna, a finales de diciembre se leía en las peladuras de manzana si una chica se iba a casar, en las sombras de una vela si alguien iba a morir y abriendo la Biblia al azar que ocurriría en el año. Los días de oscuridad eran además tiempo de grandes temores que convenía conjurar con fuego, ruido y reuniones de muchas personas. Tanto en la tradición alpina como en la china se recibe por eso el año nuevo con mucho ruido. Hoy día estas manifestaciones se repiten con las fiestas y los fuegos artificiales que ya sólo son para expresar alegría.
Pero también cumpliendo los rituales de buena suerte se puede pasar una noche entretenida: en Alemania se salta al suelo desde una silla para simbolizar el salto al nuevo año y en Italia la buena suerte la trae la ropa interior roja. Ritos más modernos propagados por los grupos "esotéricos" animan a dar vueltas por la calle con una maleta si lo que se desea en el año nuevo es viajar, darse un baño de vino y fruta para atraer el amor y cambiar de año con un billete en la mano para lograr dinero.
Un poco de historia
Fue Julio César, en 47 a. C, quien, siguiendo las indicaciones de un afamado matemático alejandrino, reestructuró el calendario e instauró el 1 de enero como el momento de inicio de un nuevo año en vez del 25 de marzo. El dios bifronte Janus suplantaba en funciones a Martius y el año pasaba a tener dos periodos de seis meses, de enero a junio (solsticio de verano) y de junio a diciembre (solsticio de invierno).
El dios de los comienzos
Janus, en latín puerta, era el dios de los comienzos y el de las dos caras. Un viejo barbudo con una vara en la mano miraba hacia atrás mientras, del otro lado, un joven dirigía su mirada hacia delante con una llave en la mano. Su imagen es toda una alegoría a como lo viejo se deja atrás y se da paso a lo joven, a lo nuevo.
El poeta Ovidio narra en Fastos los regalos y los deseos que se hacían los romanos para recibir el Año Nuevo. No son tan diferentes a los de ahora. Janus contesta a las preguntas de Ovidio y le explica que los higos, la miel y las pasas que se ofrecían los romanos eran para que el Año Nuevo fuera dulce. Sobre las monedas con las que también se obsequiaban los romanos, Ovidio pone en boca de Janus una respuesta irónica y muy actual: "¡Qué poco conoces tu siglo cuando crees que la miel resulta más dulce que una moneda que se recibe!".
El ansia romana de dejar atrás el pasado y el anhelo de que el año joven sea más "dulce" y traiga más fortuna que el anterior sigue muy vigente hoy en día. "Año Nuevo, vida nueva", es una de las frases más socorridas durante la Nochevieja, junto con la lista de los propósitos de enmienda. Al estilo de los romanos, una buena cena -algunos, en familia y otros, con amigos- y el baile son lo único que tienen en común la Nochevieja de todos los países en los que se celebra el 31 de diciembre.
La cena y las uvas
La superstición influye también en el menú de Año Nuevo: un puñado de lentejas simboliza monedas; comer cerdo es presagio de abundancia desde tiempos de la antigüedad egipcia, y en Japón e Italia los tallarines son señal de vida larga.
Sin duda, comerse 12 uvas al son de las campanadas es la tradición más popular durante la Nochevieja. No hay campanario donde no se congreguen personas con ganas de fiesta y con 12 uvas, se dice de la suerte, en la mano. Al ritmo de la campanadas, se deben formular 12 propósitos o deseos, al mismo tiempo que se comen las uvas. Las uvas en España son una tradición muy reciente (los años 20 del siglo pasado) y debida a que los viticultores catalanes tuvieron un año de producción excesiva, pero se ha extendido por el mundo hispano y se supone que cada uva tragada traerá un mes bueno.
Claro que las uvas no son los únicos amuletos a los que nos encomendamos para tener salud, dinero y amor durante el año que empieza. Algunos depositan un anillo de oro en la copa con la que brindarán por la llegada del Año Nuevo.

terça-feira, 27 de dezembro de 2011

Tradiciones para nochevieja

feliz-año-nuevo

La ultima noche del año es conocida como Nochevieja, una fecha que tiene gran cantidad de supersticiones, rituales y gran cantidad de tradiciones que hemos venido trayendo en nuestras culturas para atraer la buena suerte en el año que se viene.
Si deseas conocer o realizar alguna de estas tradiciones para tener buena suerte y felicidad el próximo año, te recomendamos que leas lo siguiente:
  • Comer 12 uvas al compás de las 12 campanadas del fin de año:  se dice que si lo haces correctamente podrás atraer la buena suerte y algún deseo que vayas pidiendo mientras comes.
  • Comer lentejas: según la tradición italiana, iniciar un nuevo año comiendo lentejas atraerá la prosperidad hacia nosotros.
  • Usar ropa interior roja: este tipo de practicas es común, pero según se dice el color rojo es el mas eficiente, ya que la buena suerte siempre estará con nosotros.
  • Colocar dinero en nuestro zapato: atraerá una mejor situación económica en el siguiente año.
  • Encender velas blancas, rojas y verdes: se deben encender hasta que se consuman, con esto la prosperidad, armonía y el amor nos acompañaran.
Visite los Rituales para la salud, dinero y amor para el nuevo año

NOCHEVIEJA


La Nochevieja, como es llamada en España, o Víspera de Año Nuevo, en el resto de los países hispanohablantes, es la última noche del año en el calendario gregoriano, comprendiendo desde 31 de diciembre hasta el 1 de enero (día de Año Nuevo).


El nombre Nochevieja es una clara adaptación del término Nochebuena, atendiendo a que ambas son vísperas de fechas importantes, con la modificación de la palabra vieja aludiendo al año que se termina.

Tradiciones en Nochevieja.
Son innumerables las tradiciones y las supersticiones que se manifiestan por todo el mundo en relación a esa noche. La costumbre más extendida es brindar con cava o champagne tras las 12 campanadas.Es muy tradicional comer marisco con algo de carne.

Argentina

En Argentina, a las cero horas del día primero de enero se brinda con sidra o champán, deseándose un feliz año nuevo, con la familia frente a una mesa repleta (generalmente) de abundantes platos con comida o se prepara el tipico asado argentino.

Las mujeres usan ropa interior de color rosa, y los hombres también acostumbran recibir el Año con alguna prenda o ropa interior nueva.

En los siguientes minutos, sobre todo en los barrios, se suele salir a la calle a tirar pirotecnia y brindar con los vecinos.

En la Ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, se festeja también con la quema de momos, muñecos hechos con madera, alambre, cartón y papel, basándose en personajes de la política, dibujos animados, etc. del año.

Chile

En Chile se acostumbra a comer lentejas, así como 12 bayas de uva (una por cada mes del año) cuando los relojes marcan las 12 y comienzan los fuegos artificiales, además de agitar y luego abrir la champaña junto a los familiares.

En el sur se suele preparar un asado de cordero al palo que se sirve como cena, y en la zona norte y central, la una cena con arroz ensaladas, etc. Aunque parte de la población las practica, las tradiciones más comunes son:
Usar ropa interior amarilla en esa noche para tener suerte el próximo año y roja para atraer pareja durante el año.
Dar vuelta a la manzana (alrededor de la manzana del barrio donde se vive) con una maleta para viajar en el año.
La primera persona que se debe abrazar en medianoche, debe ser del sexo opuesto para tener suerte en el amor.
Recibir el año nuevo con dinero dentro de los zapatos: trae prosperidad económica.
A las 12 de la noche, se meten las manos a una fuente con azúcar, luego se lavan con champaña, para tener dinero.
12 uvas, una por mes.
Comer tres cucharadas grandes de lentejas para la abundancia.
Poner un anillo de oro (o algún objeto de oro como medallas) en la copa de champaña con la que se hará el brindis: para tener suerte o dinero.
La Quema de Monos (o quema del "añoviejo"), que consiste en que durante la medianoche del cambio de año se quema un monigote realizado con materiales de desecho, principalmente de papel y ropa vieja. 
 
 
La costumbre ocurre particularmente en las regiones del norte de Chile, desde Arica hasta La Serena.
También es tradición de algunos bailar un pie de cueca a las 00:00 para traer prosperidad.
Es muy común en las celebraciones de año nuevo en Chile, escuchar la canción "Un año más" de la Sonora Palacios, que se ha convertido en un himno para estas fechas.

Colombia 
 Es una fiesta tradicional que se procura celebrar en familia.

Regularmente las familias reunidas esperan al son de la música, el aviso en la radio de que el año ha terminado.

En la Costa Caribe es muy común escuchar la versión vallenata de "Faltan Cinco pa' las doce", la canción "Año Nuevo" de la "Billo's Caracas Boys" y en todo el país el considerado himno popular de la fecha "El Año Viejo" del colombiano Crescencio Salcedo.
Al llegar las doce, la familia se saluda, dándose buenos deseos y luego van a las calles para saludar a vecinos y amigos. Ya sea antes o después de los saludos, cada persona come doce uvas teniendo en mente doce metas, como una tradición llamada 'agüero', para el año que llega.
Posteriormente, algunas personas agarran maletas y se pasean por la calle con ellas, como superstición para que el año que llega se viaje mucho, así mismo, es usual vestir ropa interior de color amarillo para atraer la buena suerte.
También existe la costumbre, sobre todo en los barrios populares y de clase media, de elaborar y quemar el "Año Viejo" o un muñeco de trapo al que se le incorporaban cohetes y otros artefactos con base de pólvora que han sido prohibidos para evitar accidentes.
La víspera de año nuevo es una de las fiestas más importantes del país, evoca un tiempo festivo y alegre en el cual las familias y amistades estrechan sus vínculos.
En la costa atlántica se suelen hacer las típicas "Pachangas" o rumbas de calles donde algunos vecinos sacan a la calle los equipos de sonido llamados "picos" por lo grandes que son para que en toda la calle los vecinos escuchen y bailen sin cesar. 
 
 
En el interior del país, se acostumbran las cenas en familia acompañadas con música y un buen trago y el 1 de enero se hace el popular paseo de Olla para refrescarse del año que paso.

Ecuador 
 Cuando llega la medianoche, al igual que en el Perú, se acostumbra quemar un monigote (añoviejo) que representa el año que termina o Año Viejo y se lee su testamento.
Además existen muchas costumbres más en Ecuador como colocarse un billete de alta denominación en el zapato derecho para tener dinero, romper la copa de champan después de haber brindado a las 12:00 de la noche, usar ropa interior de color amarillo si se quiere suerte y una de color rojo si se quiere suerte en el amor, sacar una maleta y correr con ella toda la manzana y saltar doce veces el monigote o año viejo, una por cada mes del año para despedir bien el año que se va.
Es muy común durante el 31 de diciembre que los hombres se disfracen de "viudas" del año que termina y pidan dinero en las calles a los autos que pasan.
Muchas familias, además, parten de viaje de vacaciones en esa fecha.

España 
 En España la tradición de Nochevieja más extendida es la de las doce uvas, que aunque se piensa que tuvo sus orígenes en Elche, en 1909, año en el que unos viticultores de la región del Baix Vinalopó la iniciaron para dar salida a un excedente de cosecha, realmente está documentada al menos desde diciembre de 1897.
Consiste en comerse una uva cada campanada que da el reloj de la Puerta de Sol, en Madrid, a las 12 de la noche el día 31 de diciembre, antes, claro, acompañada con una buena cena en reunión de toda la familia.
Se dice que quien no coma las 12 uvas antes de que terminen las campanadas tendrá un año de mala suerte.
También, una vez que ha finalizado el año, es muy típico ir a discotecas, pub's y demás sitios donde se celebre la entrada y salida del año.
De unos años a esta parte, se ha puesto también de moda llevar ropa interior roja: bragas, calzoncillos, una liga, etc.
Cada ciudad de España tiene un lugar particular para recibir el Año Nuevo.
Allí se reúnen miles de personas frente a un reloj centenario.
Después de las 12 campanadas ya en el año nuevo es muy común felicitarse el año con todos los familiares de la cena y llamar a todos los que están fuera.
Por esta razón las líneas telefónicas quedan colapsadas durante varios minutos después de la entrada del Año Nuevo.
Luego se brinda con champán, cava o sidra.
Este evento se retransmite en directo por la televisión.
Los españoles desde sus casas esperan el momento de la primera campanada para comer las doce uvas, 36 segundos antes de la medianoche.
Se come una uva cada tres segundos, una por cada campanada.
Previamente, antes de las campanadas, baja una bola metálica del reloj y suenan cuatro cuartos.
En la Nochevieja de 1989, la locutora de Televisión Española Marisa Naranjo se equivocó y anunció como cuartos lo que en realidad ya eran las campanadas.

De esta forma, involuntariamente, dejó a muchos los españoles sin poder comer las uvas. Al día siguiente, la noticia apareció en todos los medios de comunicación.
Al final la despidieron.
Hoy en día, aún se recuerda ese famoso gazapo televisivo.
Además de las campanadas y de las doce uvas, es muy típico en muchos municipios de España, la recepción del Año Nuevo mediante el encendido de grandes hogueras.
También en la ciudad de Coín (Málaga), Pamplona, El Viso del Alcor (Sevilla) y en Nájera (La Rioja)  existe una costumbre que ya va siendo tradición de disfrazarse en esta fecha, pudiendo ver el casco antiguo lleno de personas disfrazadas poco después de las campanadas.
Hay que añadir que desde hace unos años se celebra en Salamanca la Nochevieja Universitaria, esta celebración tiene sus orígenes en un grupo de compañeros de la facultad que decidieron tomar las 12 "uvas" en forma de gominolas en la Plaza Mayor de Salamanca a las 00.00, ya que el día de la Nochevieja (31 de diciembre) cada uno de ellos estaría con sus respectivas familias en sus ciudades y no podrían celebrarlo juntos.

Esta "tradición" se esta extendiendo por toda España y todas las ciudades quieren celebrarla.
Oficialmente se celebró por primera vez en 2009 en Salamanca, en 2010 en Zamora, y de nuevo en Salamanca en 2011.
Se debe saber que en 2010 a pesar de que la fiesta oficial era en Zamora tuvo más exito la fiesta Salamantina.

Italia

Las lentejas de Año Nuevo
Los italianos llaman «Notte di Capodanno» a la última noche del año.
Lo más habitual es ir a una fiesta en alguna discoteca o quedarse en casa con un grupo de amigos o familiares.
Pero antes de salir a celebrar el Año Nuevo no puede faltar el típico plato de lentejas durante la cena.
Talismanes de la suerteOtra costumbre en Vísperas de Año Nuevo muy arraigada es regalar a las mujeres lencería de color rojo para que tengan suerte el año siguiente.
En Roma y Nápoles, al llegar las doce de la noche, tiran los trastos viejos para comenzar el nuevo año con buen pie.
La tradición dice que se deben tirar los trastos (que a veces son muebles enteros) por la ventana justo después de las doce, pero ahora está prohibido.
 
México

En México también se acostumbra comer las doce uvas por cada campanada.
Algunos sintonizan las televisión donde en varios canales dan seguimiento a la hora de brindar, transmitendo los festejos simultáneos en otros estados de la República y de otros países.
En últimos años ha cobrado popularidad entre la gente, el emplear la ropa interior de color rojo para atraer el amor y ropa interior amarilla para atraer el dinero.
Hay quienes salen con una maleta a la puerta de la casa dando una pequeña vuelta, para que en el transcurso del año siguiente pueda salir de viaje.
La cena de vísperas de año nuevo es muy variada, desde Pavo al Horno, Pozole Rojo o Verde (Pollo o Puerco), Romeritos, Bacalao, Pierna y Ensalada de Manzana (centro del País) , en el norte del país se acostumbra el Cabrito, la fritada, así como la carne asada y pastel de carne.
En la región sureste se opta por pastas dulces con fruta, comúnmente llamada "Sopa de Coditos" y el Sandwichón (mezcla licuada de jamón, queso, pimiento morrón y mayonesa con sus capas de pan blanco).
Después de la cena es costumbre que salga uno a la calle a encender algunas luces o prender fuegos pirotécnicos (llamados comúnmente "cohetes"), y luego ir a festejar con los amigos a alguna discoteca o casa con una mesa abundante de alimentos.
En algunos lugares del sur de la república mexicana (Villahemosa,Tabasco) y (Veracruz, Veracruz) suelen hacer un muñeco con trapos viejos y fuegos pirotécnicos(representando el año que concluye) que lo encienden a las 12 de la medianoche en lo que se llama la quema del Año Viejo.
Algunos lugares con costa, se acostumbra salir después a ver el primer amanecer del año desde el mar.
También es común en algunas familias hacer la "cuenta regresiva" y en el momento de contar "0" (que son las 12.00 de la noche) reventar globos de colores, ya sea que esten en el piso o pegados en la pared, para tener suerte en el año que entra. 
 
 
Perú 
 En Perú, la ropa interior a llevar debe ser de color amarillo y del revés.
Es común igualmente la elaboración de muñecos, normalmente con rostros de personajes que "dañaron el año viejo"(siempre estos personajes dieron que hablar en los medios de comunicación), éstos, además que son fabricados a mano, llevan dentro de sí, objetos que se dejaron de usar en el año viejo, ademas de fuegos pirotécnicos que adornan en el momento que se quema el muñeco.
Actualmente estos "muñecos" son fabricados de cartón, para aquellos que no tienen tiempo de hacer uno a mano, también suelen llevar en una de sus manos el calendario del año anterior.
Esta celebración suele estar acompañada de fuegos artificiales (los populares "castillos", estructuras de madera o "caña" llenos de artefactos pirotécnicos.
No obstante, son muchas culturas que viven en el Perú y las costumbres antes mencionadas se llevan a cabo en las ciudades, con mayor presencia en la capital Lima, por lo que existen diversas formas de pasar el año nuevo en las provincias de este hermoso país, motivo por el que el turismo crece en estas fechas.
En las provincias, por ejemplo Cuzco, se suele rodear a las 12 de la media noche la plaza principal en círculos, en donde participan turistas y por lo que es un gran atractivo tradicional turístico de esta ciudad.

Venezuela 
 En Venezuela también es tradición comer las doce uvas. Igualmente, se conserva la tradición de usar prendas a estrenar con ropa interior de color rojo para atraer el amor y amarillos para la buena suerte, un dólar en la mano para la abundancia y también salir a la puerta de la casa o pasear por la urbanización con una maleta para augurar buenos viajes en el año nuevo.

Todo esto, durante las doce campanadas que se suelen escuchar por radio o en las iglesias y justo antes de El cañonazo y el himno nacional. 
Al igual, se oyen las típicas canciones "El Año Viejo" de Crescencio Salcedo y popularizado por Tony Camargo, "Faltan cinco pa' las Doce" de  Zavarce Néstor y "Año Nuevo" por la banda venezolana Billo's Caracas Boys , acompañadas por el poema de Andrés Eloy Blanco "Las Uvas del Tiempo".
Todas en la popular Radio Rumbos segundos antes de las campanadas y los fuegos artificiales. Un brindis con champaña no puede faltar y algunos, con un anillo de oro dentro de la copa. También está la cena familiar en una mesa abundante de alimentos, principalmente una sopa para traer abundancia, las cocidas hallacas, ensalada de gallina, entre otras, así como salir a desear el "feliz año" a los amigos y vecinos, y entre los más jóvenes, luego de los rituales familiares, salir a bailar en discotecas.
La llegada de "las 12" o el año nuevo, en Venezuela, principalmente en el centro del país, es llamada también "El Cañonazo" dado que antiguamente la llegada del 1 de enero era anunciada por el sonido de uno de los cañones del cuartel San Carlos, sonido que invadía la antigua Caracas anunciando a sus ciudadanos la llegada de un nuevo año.
Algunas personas suelen hacer un muñeco con trapos viejos, pólvora y gasolina (representando el año que concluye) que lo encienden a las 12 de la medianoche en lo que se llama la quema del Año Viejo.
Con ello se pretenden borrar los malos recuerdos dejados por el año viejo para recibir con alegría el año nuevo.

Uruguay

En Uruguay, los festejos de fin de año comienzan al mediodía del 31 de diciembre; cuando las empresas que laboran culminan su horario.
En edificios de la ciudad vieja y centro, donde se concentra la mayor parte de las empresas de Montevideo se tiran papeles del año desde las ventanas festejando la culminación del año laboral. También se tira agua a los transeúntes, de modo que hay que estar atento.
Posterior a ello, la cita montevideana es en el viejo Mercado del Puerto, donde se concentran miles de ciudadanos a brindar por el año que se va y la llegada del nuevo. Champagne, sidra, cerveza y el particular Medio y medio de roldós son los tragos del uruguayo para levantar las copas.
Acompañando con típicas parrilladas, música popular y amigos.
La noche viene acompañada de clásicos asados, chancho, chorizos, morcilla, chinchulines, etc. Sobre las doce de la noche se ilumina el cielo con miles de fuegos artificiales que el pueblo hace sonar.
Y recibiendo ya el nuevo año, las fiestas de todos los estilos, desde cumbias, candombe, murgas y rock en diferentes y variados rincones de la ciudad; concentrando la mayor variedad de alternativas, la ciudad vieja, el parque rodó y pocitos. Barrios legendarios de la ciudad.
Otra tradición es la de tirar un balde lleno de agua desde el balcon para tirar las energías negativas y dar la bienvenida al nuevo ciclo.
Primero la familia reunida, pero nuestra idiosincrasia nos lleva siempre a las visitas, a festejar con los amigos despues del brindis, a brindar nuevamente, recordando experiencias, levantando copas por momentos históricos de nuestra vida en Uruguay.
En zonas costeras como en las ciudades de Colonia del Sacramento o Carmelo es muy común que un gran número de habitantes concurran a la playa después de las 12 de la noche, y seguir los festejos allí con música, bebida y fuegos artificiales, lo que supone una gran fiesta de particular atractivo para los turistas que buscan diversión en estas fechas del año.

Panamá
 En panama se acostumbra a compartir reunidos en familia, con los tradicionales tamales de pollo o cerdo, jamon asado, uvas etc.. seguido de un espectaculo pirotecnico deslumbrante, el cual tiene lugar en las mayores comunidades de las ciudades mas importantes del pais.

El Salvador
 Al igual que la Navidad, se acostumbra a pasarla en familia, tradicionalmente se come pavo en la cena, las familias con menos recursos suelen comer gallina o pollo.
Los niños, jovenes y algunos adultos, pasan la noche "reventando cohetes", generalmente se dejan los cohetes más grandes para justo las 12 de la noche.
El 1 de Enero muchos salvadoreños se van a las diferentes playas del país.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Nochevieja

segunda-feira, 26 de dezembro de 2011

¿Qué es la Nochevieja?

Hogmanay es el nombre tradicional escocesa para la celebración que tiene lugar en la víspera de Año Nuevo. Muchas tradiciones estadounidenses se derivan de Hogmanay, que se ha celebrado durante siglos, y se deriva de Gaelic, romanos y quizá Viking influencia. Escoceses, pre-Imperio Romano celebra un festival de invierno que tanto adoraban el fuego y el sol. La influencia romana llevó a la celebración de Saturnalia a Escocia, un festival de invierno estridente. Por último, los vikingos contribuyeron con sus creencias en Navidad, que más tarde se asoció con las celebraciones de Navidad.
Todas estas fuentes, y por supuesto, las creencias cristianas añadido a la combinación de resultados en las celebraciones y tradiciones diversas que se producen en Nochevieja. En las últimas décadas, la celebración de la fiesta se ha vuelto más pequeños cada vez mayor y más grande, con grandes eventos de Nochevieja celebrada en algunas de las principales ciudades de Escocia, y muchos se celebró en las ciudades pequeñas. Los estadounidenses se derivan de la tradición de cantar Auld Lang Syne, después del Año Nuevo ha comenzado a la medianoche, de los escoceses. En ciertos momentos de la historia, la Nochevieja se celebra más como la Navidad, desde festivales con una gran cantidad de bebida y el jolgorio se desalentaron como en contra de las cualidades religiosas de la Navidad. En muchos aspectos, las primeras celebraciones de Nochevieja fue similar a la Navidad como se celebra ahora, con la visita de vecinos, dar regalos, especialmente a los niños, y una gran fiesta. Hoy en Escocia, Navidad y Fin de Año cada uno recibe su propia celebración. Una tradición que llega lejos en el pasado a las tradiciones celtas o Gaelic es el uso del fuego en las celebraciones de Nochevieja. Las personas pueden llevar antorchas encendidas, y se construyen grandes hogueras. Este uso ritual del fuego puede estar asociada con la idea de la muerte o la quema del pasado, y representa una limpieza de todo tipo. Otro derecho después de la medianoche la tradición ha llamado la atención es pie de primera . Los vecinos y amigos de salir a visitar a otros vecinos, y ellos son los primeros en pie que se den pasos en la casa en el Año Nuevo. Se considera importante, aunque quizá no tan en serio en el pasado, para que la persona tiene el pelo oscuro, de modo que esa persona no está asociado con los vikingos. El pie de pagina primero se le da comida y la bebida: bollo típicamente negro, un pastel de pasas pegajoso, y té o más fuerte libaciones. Dado que hay un montón de gente de cabellos claros y oscuros en Escocia, el pie de página al comienzo puede tener el color del pelo contrario de los residentes de la casa. A veces se oye Hogmanay denominado Cake Day. Esto hace referencia a la práctica de niños que van de puerta en puerta durante su celebración, y recibir trata como moño negro para hacerlo. Esto es menos a menudo en tiempo presente, pero lo que solía ser una tradición similar a la de Halloween.
Como ocurre con muchos americanizado prácticas de Día de Año Nuevo, el Año Nuevo comienza con las prácticas no sólo como primera base, pero también canto, y un montón de abrazos y besos. Es una fiesta alegre, con mayor énfasis en la provisión de locales gran festival donde un gran número de personas que pueden reunirse para decir adiós al año que pasa y bienvenida en el Año Nuevo.

CARTA A LA NAVIDAD DEL 2025


Querido abuelo Juan:
Espero que reciba esta carta antes del  31, pues mi intención es obvia, saludarlo y desear así mismo la mayor felicidad para este año entrante, el 2025. Siempre recuerdo cuando nos sentábamos al pie del dique de nuestra ciudad, a mirar la variedad de viejas latitas de gaseosa que flotaban en él. Hoy le comento, al pasar diariamente por el dique, solo veo las de Coca Cola y una que otra de su competencia, usted sabrá bien abuelo, sólo quedaron como dueñas del mercado la Pepsi y la Coca. A pesar de eso, las recuerdo con mucho cariño, y cada una de esas latas, me recuerdan a usted.
Quería también contarle, que gracias a mis estudios en Harvard y a mis tres idiomas obvios, he logrado conseguir un puesto de trabajo, y con un poco de esfuerzo supe encontrar mi ascenso a la jefatura y poder aplicar todo mi conocimiento en la materia. Gracias a esto, pude comprar una pequeña T.V que quedó muy bonita como centro de mesa, y otra mas importante para nuestro baño compartido con los vecinos del 14 "ab38", pues el ambiente se veía aburrido y es muy agradable ahora, tomar una ducha mientras uno se informa de algunos chismes de famosos. Luego a cenar, y a decidir en familia cuales van a ser los artículos que compraremos el mes entrante. Eso sí, con la ayuda de las ingeniosas publicidades que nos proporciona nuestra nueva T.V, que queda muy bonita como centro de mesa.
Mi querido abuelo. Quiero agradecerle de corazón, el empeño que puso en mi infancia para que estudiase los idiomas y demás títulos y masters. Hoy por hoy, puedo decir que soy un hombre con futuro, orgulloso de sus logros así como de sus virtudes.
Que en este año entrante goce de salud, armonía y felicidad.   


domingo, 25 de dezembro de 2011

¡Santa Claus no lo sabía!

 

Por Héctor Ugalde

No debímos haberlo hecho. Luis, de ocho años, se restregaba inquieto las manos mientras esperaba la respuesta de su amigo. Ricardo, dos meses menor, pero diez centímetros mayor, dejo de jugar con el mecano y volteó a ver a su mejor amigo. Contestó:- ¿Por qué no?- Santa Claus nos va a acusar y todos se van a enojar mucho.- No te preocupes, no lo sabe.- ¿Cómo no va a saberlo? Si Santa Claus lo sabe todo.- No te preocupes. No sabe que lo hicimos.- ¿Cómo sabes que Santa Claus no lo sabe? Ricardo desesperado por la insistencia de Luis, replicó:- ¡Porque yo sé más que Santa Claus! La respuesta de Ricardo no convenció mucho a Luis, pero ya no siguió insistiendo.

Caminando de regreso a su casa, Ricardo no comprendía la preocupación de su amigo. A Ricardo no le importaba que Santa Claus este año tampoco le volviera a traer nada, ¡la idea de hacer estallar con un cohete el buzón del Director de la escuela había sido fantástica! ¡Cómo había volado el Buzón! ¡Cómo había sonado la explosión! ¡Cómo... En ese momento apareció una ardilla en la banqueta y Ricardo, corriendo tras de ella, se olvidó del asunto. María estaba preocupada. Se acercaba la Navidad y los niños se ponían más nerviosos, cometían más errores y prestaban menos atención a las clases. Pero lo más importante de todo: se ponían tristes, en vez de alegrarse con la llegada de la Navidad.

Desde que había llegado como maestra hace cuatro años, y le habían explicado la costumbre que tenían de que alguien se disfrazara de Santa Claus, para leer ante todos la lista de fechorías que los niños del pueblo hacían, para castigar a los niños malos y convertirlos en niños buenos; la idea del Santa Claus regañón no le gustaba. María suspiró. Lo que para ellos eran fechorías, para María eran simple travesuras. Para ella no había niños malos ni niños buenos, sólo niños tranquilos, y niños inquietos que no podían contener el bullicio de la vida que tenían dentro. Allí estaba el caso de Ricardo y Mauricio: los niños rebeldes y traviesos del pueblo, o el de Luis muchacho tímido y sensible que lloraba cuando se hablaba de Santa Claus. María no creía que eso fuera bueno para los niños, pero todas sus tentativas de acabar con esa "nueva" tradición habían sido infructuosos. Ricardo comenzó a inquietarse por su amigo Luis, lo veía cada vez más triste y callado.- ¿Qué te pasa?- Nada.- ¿Cómo que nada? ¿Qué pasa?- ¡Te dije que nada!- Somos amigos, así que me tienes que decir qué te pasa.- Nada, el próximo Lunes es Navidad.- ¿Y?- ¡Y Santa Claus les va a decir a todos que soy un niño muy malo, y mis papás ya no me van a querer!- No. Te aseguro que Santa Claus no lo sabe, y te lo voy a demostrar. ¡Te lo prometo! Ricardo no sabía cómo, pero tenía que encontrar pruebas de que Santa Claus no sabía que ellos habían sido los del "Buzón cohete".

¡No podía tener ojos en todos lados! ¡No podía saberlo todo! Si así fuera, hace dos años Santa Claus lo habría regañado por lo de la miel derramada en el interior de los pantalones de deportes. Creyeron que había sido Abelardo, ese niño raro que expulsaron y se fue a una escuela en la ciudad. Y no le hubiera dado regalos, bueno, el pequeño regalo que le dio. ¡Ni eso le hubiera dado! Pero Ricardo pensaba y pensaba, y no se le ocurría cómo cumplir su promesa. Hasta que llegó el 24 de Diciembre, y decidió resolver el asunto de una manera directa: ¡enfrentaría a Santa Claus cara a cara! Ricardo se situó en un lugar estratégico, una calle por la que a fuerza tenía que pasar Santa Claus, cuando se dirigiera al Kiosco donde cada Domingo tocaba la banda del pueblo, pero cada 24 de Diciembre el show lo daba el gordo Santa Claus.

Cuando la figura de Santa Claus apareció caminando por la estrecha calle, Ricardo corrió y se interpuso en su camino. Santa Claus trastabilló y se paró en seco.- ¿Qué quieres, mocoso?- Preguntarte algo.- ¿Qué cosa?- Quiero preguntarte si sabes quién puso cohetes en el buzón del director. Santa Claus se quedó un rato extrañado por la pregunta. Después dirigió una mirada furiosa a Ricardo.- ¡Así que fuiste tú, chamaco endiablado! ¡Me lo suponía, pero no estaba seguro! Podría haber sido Mauricio, ese otro monstruo enano que me saca canas verdes.- ¡No lo sabía! Santa Claus ahora sabía que él había sido, pero no importaba, de todos modos por lo de la bicicleta sin frenos no iba a tocarle regalos. ¡Lo importante era que Santa Claus no sabía que Luis le había ayudado! El niño se sonrió y se fue corriendo, dejando al Santa Claus haciendo un berrinche navideño. Ricardo entró corriendo a la casa de Luis. ¡Tenía que darle la noticia! Subió las escaleras de dos en dos y entró apresuradamente en la recámara de su amigo. El cuerpo de Luis colgaba del techo, balanceándose sin vida. Una opresión se formó en su pecho y sintió que se ahogaba. Corrió escaleras abajo, tropezó con el papá de Luis y salió a la calle a tomar aire. Lo único que rondaba en su cabeza era ¿Por qué? ¿Por qué? Seguía sintiendo un nudo en el estomágo y para soltarlo, para liberarlo, comenzó a gritar a media calle:- ¡No lo sabía!- ¡No lo sabía!- ¡Santa Claus no lo sabía!.

sábado, 24 de dezembro de 2011

Feliz Navidad!!!


Kjarkas - Navidad en los Andes (villancicos hermosos)



Los KJARKAS te traen los más hermosos villancicos de Bolivia (2001), composiciones de Miguel Mengoa, Rolando Malpartida, Eduardo Yáñez, Ulises Hermosa, Julio Lavayen y Alfredo Domínguez. Este proyecto nace a raíz del interés de los Kjarkas por dar su apoyo a Aldeas Infantiles S.O.S. Bolivia. En este material se pueden escuchar canciones cantadas por Elmer Hermosa, Instrumentales y coro de los niños de Aldeas Infantiles S.O.S.
Si quieren descargar el disco completo en Mp3 aqui les dejo el enlace:

Navidad en los Andes

Ciro Alegría (1909 - 1967)


Marcabal Grande, hacienda de mi familia, queda en una de las postreras estribaciones de los Andes, lindando con el río Marañon. Compónenla cerros enhiestos y valles profundos. Las frías alturas azulean de rocas desnudas. Las faldas y llanadas propicias verdean de sembríos, donde hay gente que labre, pues lo demás es soledad de naturaleza silvestre. En los valles aroman el café, el cacao y otros cultivos tropicales, a retazos, porque luego triunfa el bosque salvaje. La casa hacienda, antañona construcción de paredes calizas y tejas rojas, álzase en una falda, entre eucaliptos y muros de piedra, acequias espejeantes y un huerto y un jardín y sembrados y pastizales. A unas cuadras de la casa, canta su júbilo de aguas claras una quebrada y a otras tantas, diseña su melancolía de tumbas un panteón. Moteando la amplitud de la tierra, cerca, lejos, humean los bohíos de los peones. El viento, incansable transeúnte andino, es como un mensaje de la inmensidad formada por un tumulto de cerros que hieren el cielo nítido a golpe de roquedales.

Cuando era niño, llegaba yo a esa casa cada diciembre durante mis vacaciones. Desmontaba con las espuelas enrojecidas de acicatear al caballo y la cara desollada por la fusta del viento jalquino. Mi madre no acababa de abrazarme. Luego me masajeaba las mejillas y los labios agrietados con manteca de cacao. Mis hermanos y primos miraban las alforjas indagando por juguetes y caramelos. Mis parientes forzudos me levantaban en vilo a guisa de saludo. Mi ama india dejaba resbalar un lagrimón. Mi padre preguntaba invariablemente al guía indio que me acompañó si nos había ido bien en el camino y el indio respondía invariablemente que bien. Indio es un decir, que algunos eran cholos. Recuerdo todavía sus nombres camperos: Juan Bringas, Gaspar Chiguala, Zenón Pincel. Solían añadir, de modo remolón, si sufrimos lluvia, granizada, cansancio de caballos o cualquier accidente. Una vez, la primera respuesta de Gaspar se hizo más notable porque una súbita crecida llevóse un puente y por poco nos arrastra el río al vadearlo. Mi padre regañó entonces a Gaspar:

- ¿Cómo dices que bien?

- Si hemos llegao bien, todo ha estao bien-, fue su apreciación.

El hecho era que el hogar andino me recibía con el natural afecto y un conjunto de características a las que podría llamar centenarias y, en algunos casos, milenarias.

Mi padre comenzaba pronto a preparar el Nacimiento. En la habitación más espaciosa de la casona, levantaba un armazón de cajones y tablas, ayudado por un carpintero al que decían Gamboyao y nosotros los chicuelos, a quienes la oportunidad de clavar o serruchar nos parecía un privilegio. De hecho lo era, porque ni papá ni Gamboyao tenían mucha confianza en nuestra destreza.

Después, mi padre encaminábase hacia alguna zona boscosa, siempre seguido de nosotros los pequeños, que hechos una vocinglera turba, poníamos en fuga a perdices, torcaces, conejos silvestres y otros espantadizos animales del campo. Del monte traíamos musgo, manojos de unas plantas parásitas que crecían como barbas en los troncos, unas pencas llamadas achupallas, ciertas carnosas siemprevivas de la región, ramas de hojas olorosas y extrañas flores granates y anaranjadas. Todo ese mundillo vegetal capturado, tenía la característica de no marchitarse pronto y debía cubrir la armazón de madera. Cumplido el propósito, la amplia habitación olía a bosque recién cortado.

Las figuras del Nacimiento eran sacadas entonces de un armario y colocadas en el centro de la armazón cubierta de ramas, plantas y flores. San José, la Virgen y el Niño, con la mula y el buey, no parecían estar en un establo, salvo por el puñado de paja que amarilleaba en el lecho del Niño. Quedaban en medio de una síntesis de selva. Tal se acostumbraba tradicionalmente en Marcabal Grande y toda la región. Ante las imágenes relucía una plataforma de madera desnuda, que oportunamente era cubierta con n mantel bordado, y cuyo objeto ya se verá.

En medio de los preparativos, mamá solía decir a mi padre, sonriendo de modo tierno y jubiloso:

- José, pero si tú eres ateo...

- Déjame, déjame, Herminia, replicaba mi padre con buen humor-, no me recuerdes eso ahora y...a los chicos les gusta la Navidad...

Un ateo no quería herir el alma de los niños. Toda la gente de la región, que hasta ahora lo recuerda, sabía por experiencia que mi padre era un cristiano por las obras y cotidianamente.

Por esos días llegaban los indios y cholos colonos a la casa, llevando obsequios, a nosotros los pequeños, a mis padres, a mi abuela Juana, a mis tíos, a quien quisieran elegir entre los patrones. Más regalos recibía mamá. Obsequiábannos gallinas y pavos, lechones y cabritos, frutas y tejidos y cuantas cosillas consideraban buenas. Retornábaseles la atención con telas, pañuelos, rondines, machetes, cuchillas, sal, azúcar...Cierta vez, un indio regalóme un venado de meses que me tuvo deslumbrado durante todas las vacaciones.

Por esos días también iban ensayando sus cantos y bailes las llamadas "pastoras", banda de danzantes compuesta por todas las muchachas de la casa y dos mocetones cuyo papel diré luego.

El día 24, salido el sol apenas, comenzaba la masacre de animales, hecha por los sirvientes indios. La cocinera Vishe, india también, a la cual nadie le sabía la edad y mandaba en la casa con la autoridad de una antigua institución, pedía refuerzos de asistentes para hacer su oficio. Mi abuela Juana y mamá, con mis tías Carmen y Chana, amasaban buñuelos. Mi padre alineaba las encargadas botellas de pisco y cerveza, y acaso alguna de vino, para quien quisiese. En la despensa hervía roja chicha en cónicas botijas de greda. Del jardín llevábanse rosas y claveles al altar, la sala y todas las habitaciones. Tradicionalmente, en los ramos entremezclábanse los colores rojo y blanco. Todas las gentes y las cosas adquirían un aire de fiesta.

Servíase la cena en un comedor tan grande que hacía eco, sobre una larga mesa iluminada por cuatro lámparas que dejaban pasar una suave luz a través de pantallas de cristal esmerilado. Recuerdo el rostro emocionadamente dulce de mi madre, junto a una apacible lámpara. Había en la cena un alegre recogimiento aumentado por la inmensa noche, de grandes estrellas, que comenzaba junto a nuestras puertas. Como que rezaba el viento. Al suave aroma de las flores que cubrían las mesas, se mezclaba la áspera fragancia de los eucaliptos cercanos.

Después de la cena pasábamos a la habitación del Nacimiento. Las mujeres se arrodillaban frente al altar y rezaban. Los hombres conversaban a media voz, sentados en gruesas sillas adosadas a las paredes. Los niños, según la orden de cada mamá, rezábamos o conversábamos. No era raro que un chicuelo demasiado alborotador, se lo llamara a rezar como castigo. Así iba pasando el tiempo.

De pronto, a lo lejos sonaba un canto que poco a poco avanzaba acercándose. Era un coro de dulces y claras voces. Deteníase junto a la puerta. Las "pastoras" entonaban una salutación, cantada en muchos versos. Recuerdo la suave melodía. Recuerdo algunos versos:

En el portal de Belén
hay estrellas, sol y luna;
a Virgen y San José
y el niño que esta en la cuna.
Niñito, por qué has nacido
en este pobre portal,
teniendo palacios ricos
donde poderte abrigar...

Súbitamente las "pastoras" irrumpían en la habitación, de dos en dos, cantando y bailando a la vez. La música de los versos había cambiado y estos eran más simples.

Cuantas muchachas quisieron formar la banda, tanto las blancas hijas de los patrones como las sirvientas indias y cholas, estaban allí confundidas. Todas vestían trajes típicos de vivos colores. Algunas ceñíanse una falda de pliegues precolombina, llamada anaco. Todas llevaban los mismos sombreros blancos adornados con cintas y unas menudas hojas redondas de olor intenso. Todas calzaban zapatillas de cordobán. Había personajes cómicos. Eran los "viejos". Los dos mocetones habíanse disfrazado de tales, simulando jorobas con un bulto de ropas y barbazas con una piel de chivo. Empuñaban cayados. Entre canto y canto, los "viejos" lanzaban algún chiste y bailaban dando saltos cómicos. Las muchachas danzaban con blanda cadencia, ya en parejas o en forma de ronda. De cuando en vez, agitaban claras sonajas. Y todo quería ser una imitación de los pastores que llegaron a Belén, así con esos trajes americanos y los sombreros peruanísimos. El cristianismo hondo estaba en una jubilosa aceptación de la igualdad. No había patrona ni sirvientitas y tampoco razas diferenciadoras esa noche.

La banda irrumpía el baile para hacer las ofrendas. Cada "pastora" iba hasta la puerta, donde estaban los cargadores de los regalos y tomaba el que debía entregar. Acercándose al altar, entonaba un canto alusivo a su acción.

- Señora Santa Ana,
¿por qué llora el Niño?
-Por una manzana
que se le ha perdido.
-No llore por una,
yo le daré dos:
una para el Niño
y otra para vos

La muchacha descubríase entonces, caía de rodillas y ponía efectivamente dos manzanas en la plataforma que ya mencionamos. Si quería dejaba más de las enumeradas en el canto. Nadie iba a protestar. Una tras otra iban todas las "pastoras" cantando y haciendo sus ofrendas. Consistían en juguetes, frutas, dulces, café y chocolate, pequeñas cosas bellas hechas a mano. Una nota puramente emocional era dada por la "pastora" más pequeña de la banda. Cantaba:

A mi niño Manuelito
todas le trae un don
Yo soy chica y nada tengo,
le traigo mi corazón.

La chicuela arrodillábase haciendo con las manos el ademán del caso. Nunca faltaba quien asegurara que la mocita de veras parecía estar arrancándose el corazón para ofrendarlo.

Las "pastoras" íbanse entonando otros cantos, en medio de un bailecito mantenido entre vueltas y venias. A poco entraban de nuevo, con los rebozos y sombreros en las manos, sonrientes las caras, a tomar parte en la reunión general.

Como habían pasado horas desde la cena, tomábase de la plataforma los alimentos y bebidas ofrendados al Niño Jesús. No se iba a molestar el Niño por eso. Era la costumbre. Cada uno servíase lo que deseaba. A los chicos nos daban además los juguetes. Como es de suponer, las "pastoras" también consumían sus ofrendas. Conversábase entre tanto. Frecuentemente, pedíase a las "pastoras" de mejor voz, que cantaran solas. Algunas accedían. Y entonces todo era silencio, para escuchar a una muchacha erguida, de lucidas trenzas, elevando una voz que era a modo de alta y plácida plegaria.

La reunión se disolvía lentamente. Brillaban linternas por los corredores. Me acostaba en mi cama de cedro, pero no dormía. Esperaba ver de nuevo a mamá. Me gustaba ver que mi madre entraba caminando de puntillas y como ya nos habían dado los juguetes, ponía debajo de mi almohada un pañuelo que había bordado con mi nombre. Me conmovía su ternura. Deseaba yo correspondérsela y no le decía que la existencia había empezado a recortarme los sueños. Ella me dejó el pañuelo bordado, tratando de que yo no despertara, durante varios años.